Como todo elefante tengo mis espacios mis proyectos, sin saberlo sale una voz de mujer con su ausencia entre los cajones, la veo pasar sentada en un gran silencio, esta lejos esta cerca esta en otra y regresa a veces en el adiós con un beso grande sin jazmines, viene con el tiempo que escribe y cuenta navegando tras ella más allá del aire de mi consultorio, ella vuela como una lágrima preciosa y se extiende lo afectivo el abandono de la divina existencia la terapia decide irse no sabemos cuanto tiempo, los pacientes vuelan las calles te ven pasar el ministerio son mis ojos la ciudad tiene mis ojos te ve salir esa nube donde estoy sentado, la vereda sueña con verte la parada de globos te ve venir y tiembla, la esquina le dice a todos que te quiere mucho, los pájaros comen chocolate frente a tu ventana, sin saber porqué cuando voy por las calles aunque no te vea es maravilloso saber que existís que andas con tu bolso nuevo lleno de diferentes sentidos y sonrisas y corazones, la delicia de lo vivido esta en esta sección la risa el beso las brasas el almíbar la fantástica ternura los regalos los temas que anota el tiempo las celebraciones el perfume de la suerte y la sombra asombrosa con sus ojos.
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