Nada sale claro vestido de la ropa que sea, la orquesta esta volando, la alfombra hoy no sale, la ciudad esta con otros músicos sin ilusiones que nunca se desentigran en la censura perturbada de la luz y sus olvidos. No hay vuelta aprovechable, los minutos sacan el pie, el sol helado baja al basurero, las cosas recogen las manos y se reparten adioses mudos entre fantasmas y dioses de paripé entre caras falsas y abrazos de naftalina, todo esta puesto en la gran ensaladera del olvido que el tiempo deja en el remedio del tiempo, la risa aquella hace poco acaramelada y lo que dijo hace nada en la explosión aburrida e inconclusa y lo que no se sabe que vuela sepultado entre los instantes extraños de los años. Queda poco dulce, haz lo que tienes que hacer parece decir el olvido, desaparece también el silencio descorazonado silencio en este papel a punto de salir del cerebro que va muriendo antes de morir.
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