Con una analogía casi caducada va el fruto de la basura su inacreditable pensar encima de la porfiada manera de la apertura de atravesar las cenizas y volar, entrar a tu cuarto y no tocarte ni despertarte ni devorar tu olor ni verte ni besarte un ratito y nada más y traerme algo de tu piel de Calcuta, así sigue esto situado en la letra en la escena de pensar que pasea por tu casa e intenta seguir aprendiendo este arte de olvido, aprender a perder el aroma desde cualquier cementerio hasta el enorme encuentro otra vez; también suelo verte dormido como fosforescente en mi almohada como una antorcha encendida una belleza inexplicable no puedo expresar el notable cargamento de instantes siempre lindos, solo etcéteras debajo de la lengua y cortejos adictivos que celebran tantos mundos, cosas que pasan y todo es ilusión otra risa de decoración donde se detiene el tiempo en el vacío que sigue con los ojos cerrados, todo lo demás crece misterioso encima del minuto esperando lo que no sé en menos de un segundo.
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