Mozart

Se abre el encuentro en el último sueño, la distancia como un cuerpo astral va despacio la vida como un delirio escribe en su blog; estamos escogidos por las frecuentes ternuras que el pensamiento arrima su cabeza en un canasto su existencia en una tetera, en los caballitos de mar de la intuición su presencia del peso de la tierra su cara de aceitunas en un frasco, estará volando hablando de medicina china dando vueltas las nubes reordenando polos opuestos palabras niños risas y no sabemos nada de donde salió, a veces busco su cara entre peras entre Mozart y el tic tac del silencio, habla solo el silencio juega como siempre con la memoria que anda entre las ropas hace rato que su vientre no esta en la zona de ecuaciones mi mente se acuesta a su lado la oscuridad brilla en su hombro se escucha bajo el aroma dulce de su piel mi mirada la sujeta como al mundo y así fue que me fui de su fábrica de azúcar, el balcón y una planta me llamaron con un dedo me pusieron la escalera de chapitas de cerveza me abrazaron y me besaron sin que nadie escuchará nada de esa escena amorosa.