SUWIKI

Los susurros lo vigilaban todo, hasta en las orgías mas difíciles lo deseaban y los detalles bajaban como galanes de cine o en otros casos algunos roces en las despedidas inundaban toda la casa de armas de plástico, frutas sexuales y frágiles huevos de codorniz que entraban saliendo del espejo, como Monica Bellucci como Alain Delon o como flotando dormido en ese resfriado eterno, sacándose los jeans, sacándose los corazones y guardándolos entre los cubiertos de porcelana, perdiendo los solzilloncas, los brazos partidos, las piernas con olor a kiwi, los sexos de mármol entre la miel y el viento blanco de la noche que atraviesa como una reina la casa desde el baño hasta el sofá formando una ola de surf llena de condones que abren este pastel de baba azul para doce comensales.
Dicen los pensamientos que ellos andan volando y dan vueltas por su mirada de mago supremo que necesita dormir, reposar entre sus piernas de Dopamina un siglo, entrando en su carne con candelabros escondido entre los huevos recién nacidos, tragado entero con el perro, la mochila y un animal sin cabeza y lo termina a bocados, lo sacá para comerlo cuando le pica el hambre y para cubrirlo desde el corazón rajado de orgasmos que lo lamen, hasta que la sucesiva sombra frente a frente con la luna empieza a arrodillarse y a besarle los sueños que entran en el sueño como mariposas de color rosa.