Monte-video Noir

Él lo va haciendo piano a piano, por las nebulosas pasarelas de sus conchas, él tiene algunas llamaradas que encienden cualquier sesión de tetes, trensitos y 71 o más posiciones de natura para salir en los impactos de la misma baticueva del esqueleto que trabaja como un reloj suizo y ya le ayudarán los otros típicos matadores de la iluminación cuando entra en otro robot y llega hasta el flotador de otra sesión donde se baja los pantalones y el envase de Pepsi Cola entra en movimiento con una puta díficil y con un Señor con el culo al aire y no es ni un velorio ni un segundito por favor, las figuritas y los magos y las esposas que salen en esta mema, van tirando estas miradas que te esperan en una de las tribunas del "Club de Bochas Jackson" para compartir unas miniaturas de pescado y esquivándo el chorro de leche de su mirada de perfume de viagra y seguro que sale algún catering, sale con fritas y además es muy amoroso, al principio salen como ampollas, pero es un caballero y reconforta que sea a veces tan atento.