Panorama

La calle estaba con apariencia de víbora, pasaba la noche
su paso de policia secreta
y entro detrás de ella discretamente,
con una gabardina larga cubriendo el corte,
la miraba entre los galanes de cine
de refilón le seguia sus pasos a traves de los cristales,
la ascensorista hizo un movimiento de ballet armenio
y subieron al piso 103 como una penetración
-apenas 16 segundos-, al salir ella saco doce centimetros de lengua
jugoso embudo como un kiwi, él, un idiota de mierda
ya estaba ciego, sabía que en sus yemas
se desintegraba y se convertia en un hijo de puta,
le gustaba mover las nalgas en el balcón,
por eso fue en segundos que
tomo la decisión de asesinarlo,
y para eso la unica esperanza era saltar al vacio
tomando una carrera de tres metros y
volar por los aires -visa de turista para Francia y 600 euros-
besar su rostro besarlo, por eso se fue hasta Colonia, por amor,
le dijo vayas a donde vayas.