Licor de huevo

Empezó a lloviznar, la panaderia Jardín de Génova bajaba
lentamente sus cortinas metálicas, Beatriz, la dueña, asómo
una de sus piernas hechas de la crema del flan de la casa
con leche que era uno de los tantos postres que se vendían
a la colectividad judía de Buenos Aires, era un caballo,
en la última de las fiestas, ella estaría en primera fila,
embotellando licor de huevo para todos los amantes,
masticando las piernas de sus camareros con sus ojos castaños,
ella era capaz de arrancarle un pedazo del cuello al mas guapo,
a la crema de langostinos o en altas copas de cristal;
ella era capaz de abrazarte y chuparte como a un helado de sambayón,
cuando el licor en su soneto sensual aparece y
le cruza los ojos, le dibuja la sonrisa y baila y salta y se parte
la nariz contra un vidrio y en ese champoo mas acondicionador
en 2 en 1 y nuevo complejo pro-v suave y liso que hidrata el pelo seco
liso o encrespado, la fórmula avanzada de champú 2 en 1 suave y liso
penetra en la piel llena de curiosidades por el accidente con
el taxi.