Locotorius

Pasan las llamadas con sus mensajes con las horas marcadas
en las miradas alcanzadas por un beso en su cara
llena de otras bocas que se besan como la última vez.
Pasan ellas como un corresponsal en primera linea y
regalando atados de miradas llenas de mensajes, algunas con ataúd,
peceras, abrazos despellejados, caras desencajadas,
pedazitos de besos con lechuga con
manos que se buscan en piernas de flan,
buscan quizás otro hilo conductor que venga en otros ojos,
sus lavanderias sus salamines rellenos de pesetas y sus sueños,
con su carraspera y su transporte colectivo,
ensopados de sombras entreveradas con la silueta de la distancia,
los silencios volando carnes dan vueltas las cabezas,
volver a encontrarnos, tener un galgo, planchar la ropa juntos,
no intentar nunca formar una academia, regalarte
una pistola, un spray para las cucarachas, tomar ácidos,
en cuatro meses mas o menos sino hay muertos
se empiezan a ver los resultados.