Monday, October 16, 2006
El niño Crack Peréz
Curioseándo como tantas duchas la podía ver,
por uno de los tantos agujeros de las chapas
de aluminio que separaban el baño de la cocina,
enjabonadas sus piernas como solas puertas de lluvias
de lenguas, vuelos de los ojos pasándole la nariz,
la tarde estaba mojada, se miraban las ganas cada vez que
se cruzaban las miradas fotograficas en zig zag,
el cuerpo empapado de la señora del primero B se frota,
el color dulce de la miel se toma un sorbo, viene el tren,
se despeinan los silencios, la baba de repente asoma su gota,
se llenan las palanganas los caballos los perros las suelas
las vendedoras de amor,
empiezan los aprendizajes
de los sueños su autorización
para volar.
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