Tacitas de Café

Recuerdo las últimas miradas, como de cierre automático, la plenitud el amor y detrás la soledad entrando volando ausente otra vez sin saber, como una melancolía de capelina que se rié masticando una luz infinita, entran volando otras inquietas alegrias masticando tu sombra, subo a la luna un rato, parece que todo esta cerrado, la prensa no ha salido, te recuerdo durante el desayuno en la ducha en la almohada y a veces siento que algo ha cambiado, de todas formas tu eres mi cañon de dulce de leche, un antes y un después y su discontinuo encanto, otra vez la casa preparándome la cena, la dieta del silencio, la felicidad que quiere detalles, es que justo ahora te veo, un pez vuela al revés, los objetos me hacen gestos de masaje, están locos con las tacitas que son cortesía, el sofá y yo no queremos por nada del mundo despertarte, me matás y se pudre todo; dicen que amar no es bueno.