Joey Food Botafogo

Evidente que es para ella el disfraz de mediocre banquete, su vida tragada por un enigma, el doble putón de roble, Joey Food Botafogo, cuando éramos una especie rara de familia, en cada servicio de disfraces de la tricosis y sus mentirosos miembros frénicos en un breve instante en el tiempo; cuando la encontré no sabía que todo era farsa, los oídos de los alcahuetes empiezan la rutina de Tan Chan Fill, su cara de lata supuestamente tiene 1200 condones, hay una lista de enrrolladas acelgas que supuestamente es algo ficticio, Lucrecia al respecto anota un palo de golf de más un lazo de más y una brochetita también de más, "la mesa esta cargada y la familia encantada con los huevos" no sabemos hasta cuando seguirá con este ritual el aire enfermo de la basura, cuando escuché su primera cuchillada entre las costillas, descubrí con certeza la finura de su trabajo, con silenciador ruso, a dos metros, en plena frente con salida detrás del sofá donde se estirá una croqueta, mueve la chancleta, escupe dos palabras contra la cabeza de un enano alto que le gusta el jadeó de su espalda, la pausa de su hipo y el juguito de sus ojos deseosos de rapiña.