Nibliu nen viutal

Querido farsante: contemplando el césped y sus encuentros que llegan con el bobo el rosbiff y las relucientes falsificaciones de la vaca tóxica con encinas revueltas en lactosas como ahora, al verle cruzar su cara en otra cara escondida en un casco en un water en una jaula en un zapato en una carta donde sale una mujer regreso a escribir sobre aquellas tardes de amor detrás de otra historia perforada por la confución. Explotan sus miradas secas y raras, esperan la oscuridad para irse sus mentiras, deformado hocico penetra un salmón en sus piernas, despelleja una espalda acribilla una sonrisa desde el otro lado de su hocico ahora devorando a toda una familia pronta para el gancho y la bolsa. Sus ojos de anestesista se hacen un lío, desacertados polvos saltan y hablan con las conservas caducadas de su silencio, ahora buscando asesinar a su hombre que es otro hombre, un farsante, un mentiroso, un verdadero actor de doble ano, así sale en la borra del café, miente manipula tiene otra vida, así sale, lo ve todas las semanas, a veces se olvida de su cara y viene otra cara que es una adivinanza con olor a pera, parece extraño en su propia casa, poco a poco la carne de su cara se le cae encima.