La mentira

Es hora de poner un corte a la mentira retirada en el silencio escondido entre los envases vaciós otra noche debajo de su cama, todo sale a la luz de nuestros males, la mentira escucha, tiene cara de difunto, parece una escopeta de dos cañones, asoma su cabeza del empedrado su flor mostruosa engañosa y su cara aparece esfumada, trastocada por los vómitos y la puñalada; es hora de poner freno a toda esta bazofia como su cara rota que no es clara ni riéndose a carcajadas y no va a serlo nunca, no hay claridad, es otra cara extraña llena de secretos y traiciones al alcance de la meretriz excavación del deterioro de las personas; aparecen personas baratas en el cambio con el tiempo que te ven mentir otra vez y ahora mismo en otro fono en otro lito en otra caca en otro café en otro yeso desconchado y recupero las alas, no es fácil el vuelo pero se sale con la ayuda de la alegria de vivir, queda la oscuridad el engaño y la mentira en su mesa de luz, no hubo nada de nivel ni de verdad, a través de la locura de la farsa y la decepción de una figura sin esperanza. El color de su mentira llega lejos, no se ve, pero se siente en el aire debajo de la cama con los envases vaciós y alguna sombra de dos metros también oscura y llena de vómito salido del cráneo. La vida; tarde o temprano a la mentira y a sus litos y a sus rayas le cobra cada atraco, cada trampa, cada puñal en las costillas; hunde la mentira su puñal y le da lo mismo, con uno o con otro y otra jaula con otra propia degradación y ella estupefacta estupenda silenciosa como la losa de una tumba, poco a poco la piel desaparece sin ninguna duda.