surtidos y susurros

El pincho de foie volvió al buffet para él,
la berenjena esperaba sonriendo,
rodeada por las croquetas que dormián la siesta como lobos marinos,
la tarta "Sacher" quería ir a la cama con él, tragarle la
boca y cabalgar por su lengua hasta el trasero,
las torrijas amb maduixes estaban encantadas de verle,
sentado comiendo su anseimada y empinandosé un chupito de "Fernet"
para presentar su sonrisa de "Colgate",
la mesa lo levantó de las alas
y se despidieron los susurros entre las miradas,
posiblemente muchas respiraciones lo van alentar de corazón
en la estantería de los postres o entre la vaselina invisible del pastel de manzana,
su mano de princesa entrando gimiendo como una mariposa hacia su plato,
para calentarle la crema de pastenaga o las ganas de sexo
-enloquecida picadura de araña pollito-,
que aparece como de repente y
vuela por los aires a sus manos y
salpican de brillantes a los visitantes,
a las garzas a los cigarrillos a las naranjas y
con los mejores ingredientes, con las mejores verduras
que lo ven entrar cada día y vuelan los pies de aceitunas
con cebollitas de ella para servirle la sopa, el café y
una maravillosa sonrisa de espinacas.