Esa coisa

Ese hombre se agarra a los mocos contra esa cosa de su propio entorno turbio de la soledad llena de lacra opaca gelatinosa demacroide que lo lleva al bar, al clube y a la luna a jugar a las madres y a los múltiples asesinos y adoptar esa gelatina en cualquier sueño con sus caras de monjes desnudos dentro de un enorme pez que te espera en la plaza para llevarte a ver a la virgen alcaldesa que también viene al motel berlusconesco de esa cosa mafiosa de la ley. Es ella la invisibilidad de sus pies que te llaman para probarte durante días, para sacarte con la lengua de la soledad enfrascada esa depre que te sale por las ojeras y de rodillas te pide que la abrazes arrancando organos sin formas que habitan en las lajas de tu salmón,...convocadas para la gala esta uniforme de esta cosa de escribir sin forma devorada por las ratas.