DUTE

La duda o dute o comida de tarro se traga toda la leche y toda la luz de la suite que tiene una cola preciosa. Aparte se chupa todas las letras que no saben que salen de esta olla con esa vagina del techo blanco que me llena de manos disparando mis ojos hasta la defunción. Apenas termino o surge esta mancha en el humo que me acaricia las costillas bajo como una puta de alto standing, como una fedayin a este cotorro a lanzar estas rocosas sensationes de desternuras y me lleno de circuitos raros aparecidos en la mente con sus conversas de cabezas carcomidas por las narizes que esperan al camarero ciego que anda detrás del cielo de ese techo colocando ojos y cristales. En una mano lleva el mando y en otro dos cerezas para vos y para tu amante que me tantea el tono de mi voz con una mirada llena de tantos espejos. Quedan solterones divorcietas y niños esperando la moto del cementerio de pollos subir con las croquetas que deja el camarero discretamente entre el mar de ojos que salen de sus balcones con olor a ñandu.