Monday, June 09, 2008
Arroz con calambre
Hay montevideos que yo no se cuando se cuelan en silencio después de la siesta con sus excavadoras con otros instantes para que se junten con otros espejos dentro de este chorro de semen apenas me dan cuerda los ojos con su vulva de durazno y banana este lunes que presenta su arroz con calambre. Hay pedazos de sesos de esos instantes que te ven y me ven y se encuentran en la cama entre los emparedados ojos de la duda y sus espejos. Y en esa droga entonces mis labios te desean como al aire que se precipita para iluminar tus piernas hasta el cansancio cuando pasas con tus amantes para jugar al futbolito y en ese aire las horas muertas te secuestran en el sueño para deformarte los párpados en el espejo que te toca la nariz con quejidos de la penumbra en ese bloqueo del amor que confunde los formas torpes de las lágrimas.
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