Corazón tricolor

Desde siempre entablando conversas con clientes, hablando de fútbol con amigos, conociendo historias, aprendiendo curiosidades, nunca nadie me dijo sobre la última y mejor jugada de un jugador en el medio de ese eterno momento en el centro del universo de cada mundo. Nadie me dijo nada ni en los sueños hablando con los rumores. La respuesta esta en la historia trágica de Abdón Porte, centrojás de Nacional de Montevideo, el indio. Era por marzo de 1918 y en ese país chiquititito se jugaba el mejor fútbol del mundo. EL indio Abdón tenía 27 años y era ídolo de Nacional, aunque nadie imaginaba que había dentro de este aquella madrugada después de festejar una victoria de su glorioso Nacional; algo pasó que cambió el recorrido de su tren en la Estación Central y regresó al estadio en medio de la noche en el centro del universo donde tenía la costumbre de reinar y allí, en el centro del campo, se mató de un disparo en el corazón. Fue un instante solo un instante en el centro de la gloria.
Junto al revólver, un sombrero de paja con dos cartas, una para los seres amados y en la otra para su querido equipo: "Nacional aunque en polvo convertido/ y en polvo siempre amante/ no olvidaré un instante/ lo mucho que he querido/ Adiós para siempre".
El 13 de julio de 1930 se jugó en el estadio del Parque Central el primer partido de toda la historia de los mundiales de fútbol entre Estados Unidos y Bélgica en el lugar donde Abdón decidió jugar su último partido para entrar en la eternidad.