Noradrenalina

Los ojos son el reflejo del alma el vertiginoso deambular en la búsqueda de la mentira la fascinante velocidad de nuestras cabezas como quesos enloquecidos en la pobreza del tiempo que fracasa y desprende un putrefacto olor a gas, y no solo los ojos de la ciudad las alcantarillas están tapadas de gente que corre mucho de murciélagos salidos del camino y se mueven los edificios las casas contemplan los pollos las mesas y sillas del cafe se dedican a pasear en bicicleta con los libros que andan a las risas entre la energía y los platos, todo se produce en el portal, habla de olvidar y entra la sutil manera de la lentitud que se sienta a escuchar música con auriculares, esta ocupada la sociedad corriendo en el fondo del cerebro, eliminados entre la multitud siguen los satélites los teléfonos leen los periodicos los sueños no tienen mucho tiempo las galerías de arte hacen algo mas que lo que muestran un cerdo es algo más que un paseo en tren este instante esta lleno de turistas japoneses que pasan y sonrien la esquina es una sopa de setas y hortalizas un airecito azul cruza discutiendo con su marido todo transcurre como un error del entorno que no ve nada y al mismo instante empieza a desintegrarse formando una deliciosa salsa de noradrenalina.