El señor la invitó de su copa y
aprovechó para darle un beso que ella quisó
y sin pagar por ese manoseo, ella palpo su billetera
y fue despegando la mano arañando hasta que su lengua
busco una oreja del macho para empaparla y se trenzaron
en una lucha interplanetaria de las especies donde
el hombre entra en la mujer que se abre como una flor carnívora.
No comments:
Post a Comment