querida amiga, le premier jour que te ví
en las arenas de Natal, tu venías con los ojos tristes
y daba la impresión que estabas preocupada con la soledad,
todo parecía inestable en los masajes, en la forma de soñar
y de sentir un encanto irresistible escondido,
todo el tiempo escondido contando historias
para irse a Montevideo la semana que viene.
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