Gestos y pausas

El karakito del tiempo esta disfrutando de la escoba, pensando en tu piel, no necesita más, no le salen palabras, se forman sensaciones fugazes, gestos y pausas y el arte es saber que estás ahí a unos metros de los edificios que tapan el sol, ese arte de verte de espaldas, de sentirte lejos, recrear la entrada, la locura divina que dobla estaciona abajo de tu almohada y baja un abrazo que amenaza con comerte con toda la dulzura que escribe el tiempo y cierra los ojos la vida, los labios entreabiertos de toda la cama saben a brazos y piernas, el silencio celebrando la cita de la nada, sale en veinte minutos bien hecha la merca para dos, una pierna un hombro abundante silencio un algo que se encuentra en el placer que al parecer vuelve, baja al piso más alto de la ciudad del lugar del sueño, tripulantes de ilusión que mueren en el palacio del deseo, enloquecen por el placer de su parte natural y a la inversa. Antes que nada fuimos miradas archivos del 2000, antes que nada fuimos neblina y sin saber el estado del tiempo pasamos a estar mejor que nunca como ahora en la distancia que trata de instalar este otro sitio para apenas decir sin decir, no tengo más palabras, mis ojos ya no siguen a las manos que se van, el silencio nos sigue formando el codo y tres dedos que se tocan para celebrar.