Bah, no es nada

La impresión llega como una media luna de jamón y queso, se acerca cautelosa, la conversación estira los vidrios, sabe cosas, tiene otras razones, vienen risas que trepan la máquina de letras empujando otras risas que rozan tu hombro y se abren como pompas de tu piel de premios, se piensa menos que antes y es bueno no andar con tanto cargamento, se agotan los recursos diplomáticos, estamos en el aire, plastificados, llenos de gladiolos, riéndonos de las sardinas que conducen las latas que como todo placer anticipado no tiene pruebas de acrobacia ni cierran este aparato eléctrico y bah, no es nada; suspira la calma en su petit entrecot, gracias por venir, en fin; volvemos a soñar, sigue la ilusión, corre en diagonal, sale jugando de tres, pica al vació, la duerme con el empeine, la descoce.